
Buenos Aires, 30 de agosto de 2023 (Argendist) – La adolescente misionera de 17 años Victoria Rojas fue seleccionada entre los 10 finalistas en el concurso Chegg.Org Global Student Prize 2023, una iniciativa de Chegg.org y Fundación Varkey en la que se premia al elegido “mejor estudiante del mundo”.
Victoria cursa el 5to año de la escolaridad secundaria en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen, escuela técnica de Posadas, Misiones.
La de 2023 es la tercera edición del concurso, organizado en asociación por Chegg.org y Fundación Varkey. Chegg es una plataforma digital que ayuda a estudiantes a aprender más en menos tiempo y la Fundación Varkey, con sede en el Reino Unido y oficinas en Argentina, es una institución que brinda capacitación a docentes para mejorar los estándares educativos.
En el concurso, dotado de un premio de 100 mil dólares para el ganador, se busca premiar por sus logros a los estudiantes que contribuyen a transformar positivamente a sus comunidades.
Global Student Prize es hermano del Premio Global para Maestros, organizado por las mismas instituciones, que entrega anualmente un premio de 1 millón de dólares.
Victoria, primera mujer argentina que llega a la instancia final, fue seleccionada entre los diez primeros entre 3851 candidatos de 122 países. El ganador será definido a fin de año por la Global Student Prize Academy, compuesta por personalidades destacadas.
El motivo que la proyectó a la final fue su creación de una red de jóvenes que trabajan para transformar la realidad, a la que llamó Innovaty -síntesis de las palabras “innovación” y “aty”, “equipo” en guaraní-, cuyo lema es “inconformistas innovando en comunidad”.
La red, en continuo crecimiento, está integrada actualmente por 50 voluntarios y colaboradores de 11 provincias que trabajan en cuatro áreas, informó Victoria: bienestar, logística, comunicación y financiamiento.
Innovaty propicia impulsar a agentes transformadores, aprovechando la energía e innovación de los jóvenes.
Verónica aún no sabe que carrera universitaria cursará en el futuro. “Podría ser Arquitectura o Ingeniería, que están relacionadas con la orientación de mi escuela: Maestro Mayor de Obras”, dijo, aunque “también podría ser Relaciones Internacionales. Estoy estudiando modelos de Naciones Unidas para un programa internacional”.
En caso de ganar el premio, Victoria contempla destinar los 100.000 dólares a potenciar los proyectos de los jóvenes que acercan sus ideas a la red, por medio de una incubadora. También buscaría un asesoramiento financiero que les permita optimizar los resultados.
El ganador tendrá respaldo del Chegg Changemaker Fund, un fondo de Chegg para financiar las iniciativas de los jóvenes nominados en las tres ediciones que ha tenido el premio.
A los 9 años Victoria inventaba cuentos con una compañera para promover la lectura. En la escuela de robótica ideó una almohada para mejorar la calidad del sueño. Asimismo, integró un equipo de ciencias para investigar los ecosistemas de los ríos misioneros.
Ya a los 15 años dio su primer discurso en el Parlamento Juvenil y a los 16 participó de un programa de liderazgo en Estados Unidos.
En octubre próximo participará en Dubai del “Change the World Model United Nations”, donde estudiantes de todo el mundo debatirán sobre los principales problemas de la agenda política internacional.
En octubre próximo participará en Dubai del “Change the World Model United Nations”, donde estudiantes de todo el mundo debatirán sobre los principales problemas de la agenda política internacional.
En octubre próximo participará en Dubai del “Change the World Model United Nations”, donde estudiantes de todo el mundo debatirán sobre los principales problemas de la agenda política internacional.
Entre los 10 finalistas del Global Student Prize 2023 hay otra latinoamericana: Elisa Torres Durney, estudiante de 18 años del Colegio Champagnat de Valparaíso, Chile. Aparte de Victoria y Elisa, la mayoría de los finalistas son estudiantes universitarios.
El ganador de 2022 fue el estudiante ucraniano Igor Klymenko, de 17 años, quien ante la invasión rusa a su país, se refugió en un sótano a las afueras de Kiev para terminar su último año de secundaria a la vez que se dedicó a perfeccionar un dron detector de minas, proyecto en el que había trabajado durante ocho años.
La primera edición, la de 2021, fue ganada por el estudiante Jeremiah Thoronka, de Sierra Leona, inventor de un dispositivo que utiliza la energía cinética del tráfico y los peatones para generar energía limpia.