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FormaciĂłn
Premios y distinciones internacionales
1975 – Primer Premio Internacional de la XIII Bienal de San Pablo.
Semblanza
Guillermo Roux, el gran referente del surrealismo en Argentina
Guillermo Roux fue un dibujante, pintor, muralista y docente argentino considerado el artista mĂĄs importante de la Acuarela Argentina ContemporĂĄnea y al pintor surrealista mĂĄs destacado de la historia del paĂs.
Roux fue reconocido en el mundo entero por la calidad de su obra, caracterizada por una gran versatilidad en las formas de expresión, dibujos, acuarelas, témperas, collages, murales. El artista alcanzó depurados grados de percepción en los grafismos y los colores que fijan la tonalidad de sus trabajos.
Guillermo Roux naciĂł el 17 de septiembre de 1929 en el barrio de Flores de la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzĂł su formaciĂłn en las artes con su padre, el guionista y dibujante de historietas uruguayo RaĂșl Roux, que tuvo una importante trayectoria en Argentina. Siguiendo los pasos de su padre, Guillermo abandonĂł sus estudios secundarios para incorporarse como dibujante en una editorial y luego ingresĂł en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde fue alumno de Lorenzo Gigli y Corinto Trezzini, y egresĂł en 1948.
El pintor recordĂł en una charla cĂłmo naciĂł su interĂ©s por el arte: âMi padre era dibujante de historietas y lo Ășnico que me interesaba era ver cĂłmo dibujaba. Cuando tenĂa 10 u 11 años, me daba un pedacito de cartulina y dibujaba. Me gustaba mucho mĂĄs que cualquier otra cosa. Me escapaba del colegio porque me aburrĂa muchĂsimo. Lo Ășnico que me gustaba era dibujar. Yo no era un alumno brillante, ni mucho menos. Mi padre decĂa: âestudiĂĄ o trabajĂĄ, vagos en casa noâ. Yo dije que si el trabajo es dibujo, entonces ese es el trabajo: dibujar. AsĂ se definiĂł todo, sin darme cuentaâ.
En 1953 realizĂł su primera exposiciĂłn individual, en la GalerĂa Peuser, y en 1956 emigrĂł a Italia, donde estudiĂł las tĂ©cnicas de la pintura de la Edad Media y del Renacimiento. AllĂ aprendiĂł las tĂ©cnicas del fresco y el mosaico, hizo copias y adoptĂł definitivamente a pintores como Tiziano y a TiĂ©polo que junto con Goya y VelĂĄzquez justificaban para Ă©l la historia del arte y serĂan sus principales referentes artĂsticos. PermaneciĂł en Roma hasta 1960, trabajando como ayudante en obras de decoraciĂłn y restauracioÌn en el estudio de Umberto Nonni, en la Via Flaminia.  En 1957 se casĂł con Lina Guccerelli.
Al regresar a la Argentina se radicó siete años en Jujuy, donde alternó la pintura de animales y paisajes con la docencia en escuelas primarias, participando con otros artistas en la fundación de la Escuela de Artes y Oficios de esa provincia. Allà descubrió su interés por el arte contemporåneo y afianzó su oficio de pintor.  En 1964 nació su hija Alejandra.
En 1966 se mudĂł a Nueva York donde comenzĂł a realizar trabajos publicitarios e ilustraciones de libros. AllĂ conociĂł la obra figurativa de Diebenkorn (1922-1993) y Hopper (1882-1967), en la que encontrĂł una profunda afinidad estĂ©tica por sus referencias poĂ©ticas a la alienaciĂłn humana del siglo XX. En Estados Unidos conociĂł a quien serĂa su segunda compañera, Franca Beer.  En las dĂ©cadas siguientes viviĂł en Buenos Aires, ParĂs y otras ciudades.
En los setenta, llevĂł adelante una serie de tintas que titulĂł Muebles y personajes, que constituyeron el antecedente de sus grandes acuarelas: etapa que comenzarĂa en 1973. Con el tiempo, la acuarela se convertirĂĄ en su medio de expresiĂłn, que le permitirĂĄ lograr la sĂntesis de dibujo y color.
El primero en reconocer la calidad de su obra pictĂłrica fue el crĂtico de arte Rafael Squirru, que en 1972 lo llevĂł a exponer en la galerĂa Bonino de Buenos Aires. Roux ingresĂł a la escena internacional en 1973, cuando expuso en Marlborough Fine Arts, en Londres, y al año siguiente en MĂșnich.
En 1975 ganĂł el Primer Premio Internacional de la XIII Bienal de San Pablo considerada la segunda Bienal de Artes mĂĄs importante despuĂ©s de la Bienal de Venecia, lo que le abriĂł las puertas de galerĂas de distintas ciudades del mundo y su obra pasĂł a formar parte de la colecciĂłn de importantes museos. Le siguieron asĂ viajes a Mueva York, ParĂs, Roma y Sicilia. En 1982 expuso en la Bienal de Venecia; en 1988 en la Phillips Collection de Washington y en 1990 en la KunstHalle de BerlĂn.
Al comentar sobre su trayectoria en una entrevista. Guillermo Roux dijo que âno soñaba con ser pintor. Soñaba con ser dibujante, hacĂa lo que tenĂa que hacer y me ganaba los mangos todos mis meses. Hoy cuando pinto, pinto. No hago una gran alaraca porque pinto, simplemente laburoâ.
Desde principios de los años setenta, Guillermo Roux experimentó un fuerte acercamiento al tema de la infancia, volcando en sus cuadros recuerdos tangibles de su niñez a través de objetos cotidianos fragmentados y destellos de situaciones vividas. También el uso de la acuarela significó un retorno al pasado al recuperar la primera técnica que de niño le enseñó su padre. Esta vocación puede apreciarse en su obra Juego interrumpido, cuya primera versión data de 1973.
En el orden local, en 1979 obtuvo el Premio Palanza de la Academia Nacional de Bellas Artes, en 1982 Roux fue distinguido con el Premio Konex de Platino como el mĂĄs importante pintor surrealista de la historia en Argentina, en 2007 fue designado por la legislatura Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en 1990 fue designado AcadĂ©mico de NĂșmero de la Academia Nacional de Bellas Artes.
En Argentina realizĂł sendas muestras retrospectivas en 1996 y en 2005 e inaugurĂł Homenaje a Buenos Aires, un gran mural de 12 metros por 5,40 de alto, en un edificio construido por el laureado arquitecto CĂ©sar Pelli en avenida del Libertador y el pasaje Della Paolera, Buenos Aires. Entre sus obras murales se destacan Mujer y mĂĄscara, realizada en las GalerĂas PacĂfico en 1994; La Ronda, que se luce en la entrada del Palacio Duhau, y La ConstituciĂłn guĂa al pueblo, su Ășltima obra monumental realizada para decorar el recinto de la legislatura de provincia de Santa Fe.
Su Ășltima exposiciĂłn, curada por Cecilia Medina, que se presentĂł al mismo tiempo en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 y en el Museo Nacional de Bellas Artes, fue Diario grĂĄfico, en 2018. PresentĂł cientos de dibujos realizados con birome en sus cuadernos personales entre agosto de 2015 y diciembre de 2017. Entre su obra se destacan El collar de perlas (1975), La valse (1977), Isolabella (1992), Paisaje con el Etna (1998) y Maja y torero con instrumentos musicales (1998).
En 2001, Roux donĂł al Instituto Nacional Sanmartiniano su famoso retrato del General JosĂ© de San MartĂn, una acuarela de 76,5 por 58 cm, en la que el Libertador aparece de frente, con el gesto serio, la mirada tensa, la mano izquierda asiendo un flanco de la bandera argentina que pende de sus hombros, en tanto la derecha estĂĄ levantada a la altura del pecho, con el Ăndice apuntando hacia adelante. «Con ese gesto de reconvenciĂłn -explicĂł Roux-, quise interpretar un San MartĂn al que no le gustarĂa mucho este paĂs, de modo que optĂ© por desdeñar una estampa victoriosa o satisfecha. PensĂ© que un sĂmbolo mayor de nuestra historia debĂa tener una imagen mĂĄs activa, desde la cual nos dijera algo para estos tiempos. No lo podĂa representar en forma pasiva ni distante, en un altar donde nada lo roce. PreferĂ hacerlo mirĂĄndonos y señalĂĄndonos, como reclamĂĄndonos la parte que nos toca en la construcciĂłn de esta Argentina», expresĂł el artista en esos tiempos.
Los Ășltimos años de su vida, Guillermo Roux, el ânĂłmadeâ -como se definĂa- los pasĂł en Buenos Aires. Roux falleciĂł en esa ciudad a los 92 años, el 28 de noviembre de 2021. Antes, les dejĂł a los artistas una sabia definiciĂłn: âEl dibujo es una forma de conocimiento, es conocer a travĂ©s de la forma lo que estamos viendo. Hoy es un momento muy complejo, que requiere de los artistas un profundo conocimiento de la historia del arte (…) El artista deberĂa tener una visiĂłn panorĂĄmica, muchĂsimo mĂĄs amplia y profunda. Ahora hay otros medios, pero no eliminan el conocimiento que hay que tener de las cosas. Si hay geometrĂa detrĂĄs del dibujo, es que el dibujo expresa el verdadero contenidoâ.
Al informar su fallecimieno, la curadora Cecilia Medina, dijo que âahora Guillermo dibujarĂĄ por siempre. Todos los que tuvimos la fortuna de estar cerca de Ă©l sabemos que hemos sido tocados por un artista brillante y un ser humano maravilloso. Hoy el mundo es un lugar muy triste, pero Ă©l estĂĄ en un lugar mejorâ.
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Guillermo Roux, el gran referente del surrealismo en Argentina
Guillermo Roux fue un dibujante, pintor, muralista y docente argentino considerado el artista mĂĄs importante de la Acuarela Argentina ContemporĂĄnea y al pintor surrealista mĂĄs destacado de la historia del paĂs.
Roux fue reconocido en el mundo entero por la calidad de su obra, caracterizada por una gran versatilidad en las formas de expresión, dibujos, acuarelas, témperas, collages, murales. El artista alcanzó depurados grados de percepción en los grafismos y los colores que fijan la tonalidad de sus trabajos.
Guillermo Roux naciĂł el 17 de septiembre de 1929 en el barrio de Flores de la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzĂł su formaciĂłn en las artes con su padre, el guionista y dibujante de historietas uruguayo RaĂșl Roux, que tuvo una importante trayectoria en Argentina. Siguiendo los pasos de su padre, Guillermo abandonĂł sus estudios secundarios para incorporarse como dibujante en una editorial y luego ingresĂł en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde fue alumno de Lorenzo Gigli y Corinto Trezzini, y egresĂł en 1948.
El pintor recordĂł en una charla cĂłmo naciĂł su interĂ©s por el arte: âMi padre era dibujante de historietas y lo Ășnico que me interesaba era ver cĂłmo dibujaba. Cuando tenĂa 10 u 11 años, me daba un pedacito de cartulina y dibujaba. Me gustaba mucho mĂĄs que cualquier otra cosa. Me escapaba del colegio porque me aburrĂa muchĂsimo. Lo Ășnico que me gustaba era dibujar. Yo no era un alumno brillante, ni mucho menos. Mi padre decĂa: âestudiĂĄ o trabajĂĄ, vagos en casa noâ. Yo dije que si el trabajo es dibujo, entonces ese es el trabajo: dibujar. AsĂ se definiĂł todo, sin darme cuentaâ.
En 1953 realizĂł su primera exposiciĂłn individual, en la GalerĂa Peuser, y en 1956 emigrĂł a Italia, donde estudiĂł las tĂ©cnicas de la pintura de la Edad Media y del Renacimiento. AllĂ aprendiĂł las tĂ©cnicas del fresco y el mosaico, hizo copias y adoptĂł definitivamente a pintores como Tiziano y a TiĂ©polo que junto con Goya y VelĂĄzquez justificaban para Ă©l la historia del arte y serĂan sus principales referentes artĂsticos. PermaneciĂł en Roma hasta 1960, trabajando como ayudante en obras de decoraciĂłn y restauracioÌn en el estudio de Umberto Nonni, en la Via Flaminia.  En 1957 se casĂł con Lina Guccerelli.
Al regresar a la Argentina se radicó siete años en Jujuy, donde alternó la pintura de animales y paisajes con la docencia en escuelas primarias, participando con otros artistas en la fundación de la Escuela de Artes y Oficios de esa provincia. Allà descubrió su interés por el arte contemporåneo y afianzó su oficio de pintor.  En 1964 nació su hija Alejandra.
En 1966 se mudĂł a Nueva York donde comenzĂł a realizar trabajos publicitarios e ilustraciones de libros. AllĂ conociĂł la obra figurativa de Diebenkorn (1922-1993) y Hopper (1882-1967), en la que encontrĂł una profunda afinidad estĂ©tica por sus referencias poĂ©ticas a la alienaciĂłn humana del siglo XX. En Estados Unidos conociĂł a quien serĂa su segunda compañera, Franca Beer.  En las dĂ©cadas siguientes viviĂł en Buenos Aires, ParĂs y otras ciudades.
En los setenta, llevĂł adelante una serie de tintas que titulĂł Muebles y personajes, que constituyeron el antecedente de sus grandes acuarelas: etapa que comenzarĂa en 1973. Con el tiempo, la acuarela se convertirĂĄ en su medio de expresiĂłn, que le permitirĂĄ lograr la sĂntesis de dibujo y color.
El primero en reconocer la calidad de su obra pictĂłrica fue el crĂtico de arte Rafael Squirru, que en 1972 lo llevĂł a exponer en la galerĂa Bonino de Buenos Aires. Roux ingresĂł a la escena internacional en 1973, cuando expuso en Marlborough Fine Arts, en Londres, y al año siguiente en MĂșnich.
En 1975 ganĂł el Primer Premio Internacional de la XIII Bienal de San Pablo considerada la segunda Bienal de Artes mĂĄs importante despuĂ©s de la Bienal de Venecia, lo que le abriĂł las puertas de galerĂas de distintas ciudades del mundo y su obra pasĂł a formar parte de la colecciĂłn de importantes museos. Le siguieron asĂ viajes a Mueva York, ParĂs, Roma y Sicilia. En 1982 expuso en la Bienal de Venecia; en 1988 en la Phillips Collection de Washington y en 1990 en la KunstHalle de BerlĂn.
Al comentar sobre su trayectoria en una entrevista. Guillermo Roux dijo que âno soñaba con ser pintor. Soñaba con ser dibujante, hacĂa lo que tenĂa que hacer y me ganaba los mangos todos mis meses. Hoy cuando pinto, pinto. No hago una gran alaraca porque pinto, simplemente laburoâ.
Desde principios de los años setenta, Guillermo Roux experimentó un fuerte acercamiento al tema de la infancia, volcando en sus cuadros recuerdos tangibles de su niñez a través de objetos cotidianos fragmentados y destellos de situaciones vividas. También el uso de la acuarela significó un retorno al pasado al recuperar la primera técnica que de niño le enseñó su padre. Esta vocación puede apreciarse en su obra Juego interrumpido, cuya primera versión data de 1973.
En el orden local, en 1979 obtuvo el Premio Palanza de la Academia Nacional de Bellas Artes, en 1982 Roux fue distinguido con el Premio Konex de Platino como el mĂĄs importante pintor surrealista de la historia en Argentina, en 2007 fue designado por la legislatura Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en 1990 fue designado AcadĂ©mico de NĂșmero de la Academia Nacional de Bellas Artes.
En Argentina realizĂł sendas muestras retrospectivas en 1996 y en 2005 e inaugurĂł Homenaje a Buenos Aires, un gran mural de 12 metros por 5,40 de alto, en un edificio construido por el laureado arquitecto CĂ©sar Pelli en avenida del Libertador y el pasaje Della Paolera, Buenos Aires. Entre sus obras murales se destacan Mujer y mĂĄscara, realizada en las GalerĂas PacĂfico en 1994; La Ronda, que se luce en la entrada del Palacio Duhau, y La ConstituciĂłn guĂa al pueblo, su Ășltima obra monumental realizada para decorar el recinto de la legislatura de provincia de Santa Fe.
Su Ășltima exposiciĂłn, curada por Cecilia Medina, que se presentĂł al mismo tiempo en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 y en el Museo Nacional de Bellas Artes, fue Diario grĂĄfico, en 2018. PresentĂł cientos de dibujos realizados con birome en sus cuadernos personales entre agosto de 2015 y diciembre de 2017. Entre su obra se destacan El collar de perlas (1975), La valse (1977), Isolabella (1992), Paisaje con el Etna (1998) y Maja y torero con instrumentos musicales (1998).
En 2001, Roux donĂł al Instituto Nacional Sanmartiniano su famoso retrato del General JosĂ© de San MartĂn, una acuarela de 76,5 por 58 cm, en la que el Libertador aparece de frente, con el gesto serio, la mirada tensa, la mano izquierda asiendo un flanco de la bandera argentina que pende de sus hombros, en tanto la derecha estĂĄ levantada a la altura del pecho, con el Ăndice apuntando hacia adelante. «Con ese gesto de reconvenciĂłn -explicĂł Roux-, quise interpretar un San MartĂn al que no le gustarĂa mucho este paĂs, de modo que optĂ© por desdeñar una estampa victoriosa o satisfecha. PensĂ© que un sĂmbolo mayor de nuestra historia debĂa tener una imagen mĂĄs activa, desde la cual nos dijera algo para estos tiempos. No lo podĂa representar en forma pasiva ni distante, en un altar donde nada lo roce. PreferĂ hacerlo mirĂĄndonos y señalĂĄndonos, como reclamĂĄndonos la parte que nos toca en la construcciĂłn de esta Argentina», expresĂł el artista en esos tiempos.
Los Ășltimos años de su vida, Guillermo Roux, el ânĂłmadeâ -como se definĂa- los pasĂł en Buenos Aires. Roux falleciĂł en esa ciudad a los 92 años, el 28 de noviembre de 2021. Antes, les dejĂł a los artistas una sabia definiciĂłn: âEl dibujo es una forma de conocimiento, es conocer a travĂ©s de la forma lo que estamos viendo. Hoy es un momento muy complejo, que requiere de los artistas un profundo conocimiento de la historia del arte (…) El artista deberĂa tener una visiĂłn panorĂĄmica, muchĂsimo mĂĄs amplia y profunda. Ahora hay otros medios, pero no eliminan el conocimiento que hay que tener de las cosas. Si hay geometrĂa detrĂĄs del dibujo, es que el dibujo expresa el verdadero contenidoâ.
Al informar su fallecimieno, la curadora Cecilia Medina, dijo que âahora Guillermo dibujarĂĄ por siempre. Todos los que tuvimos la fortuna de estar cerca de Ă©l sabemos que hemos sido tocados por un artista brillante y un ser humano maravilloso. Hoy el mundo es un lugar muy triste, pero Ă©l estĂĄ en un lugar mejorâ.