Semblanza

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Paola Kaufmann, una escritora y científica que fue exitosa en sus dos vocaciones, en una vida corta pero intensa

Paola Kaufmann fue una escritora y científica argentina que en su corta vida se desempeñó exitosamente en sus dos vocaciones: las letras y la ciencia.  Escribió cuatro novelas, una de las cuales tuvo un premio internacional y dos premios nacionales, y como científica fue investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina y estuvo ligada a la Universidad Nacional de Quilmes, aplicada a las neurociencias.

Paola Yannielli Kaufmann nació el 8 de marzo de 1969 en General Roca, provincia de Río Negro, y a los 5 años, cuando su madre murió en un accidente, la llevaron a vivir con sus tíos en Brinkmann, provincia de Córdoba, donde permaneció durante su adolescencia hasta que en 1986 se mudó a la Capital Federal para estudiar biología en la Universidad de Buenos Aires.

Paola desarrolló desde temprana edad sus dos vocaciones. En un reportaje explicó la relación que encontró entre ambas profesiones: “Siento que escribo y produzco mejor en momentos en que tengo una rutina científica más exigente. Todo parece encajar cuando me someto a rutinas firmes, como pasar largas horas en el laboratorio desde la mañana, y luego, al volver a casa al atardecer, me pongo a escribir. Funciono bien cuando tengo esos espacios bien limitados, y aunque en ocasiones esté cansada, trato de disciplinarme”.

Como científica, Paola utilizó el apellido de su padre, Yannielli, y como escritora, el de su madre, Kaufmann

Su obra literaria fue tan breve como su recorrido en la vida ya que escribió solo cuatro novelas, que fueron suficientes para recibir el elogio de los entendidos, y falleció en Buenos Aires, en 2006, a los 37 años, a causa de un tumor cerebral.

En los noventa Paola se inscribió en un taller literario a cargo del escritor Abelardo Castillo, uno de los autores fundamentales de la literatura nacional del siglo XX, donde se perfeccionó y al cabo, en 1998, publicó su primer libro de cuentos, “La noche descalza”, por el que ese año obtuvo una mención del Fondo Nacional de las Artes.

Entre 1999 y 2003 la escritora se instaló en los Estados Unidos, donde obtuvo un posdoctorado en Física en el Smith College, universidad privada femenina ubicada en Northampton, Massachusetts.​ En ese tiempo escribió su primera novela, “La hermana”, basada en la historia de vida de la poeta estadounidense Emily Dickinson, quien compartió el mismo interés que la argentina por las ciencias naturales. Por ese libro, publicado en 2003, cuando ya residía en Albuquerque, Estados Unidos, Paola Kaufmann ganó el prestigioso Premio Casa de las Américas, otorgado en Cuba desde 1960 a autores de distintos géneros literarios.

Asimismo, por entonces se publicó su segundo libro de cuentos, “El campo de golf del diablo”, que le valió el primer Premio del Fondo Nacional de las Artes,

A finales del 2003, retornó a la Argentina y se reincorporó a la Universidad Nacional de Quilmes.

En 2005 Paola Kaufmann publicó su segunda novela, “El Lago”, ubicada en la Patagonia, donde los protagonistas iban de viaje para encontrar al mítico monstruo Nahuelito, del popular espejo de agua Nahuel Huapi, todo enmarcado en la época de la última dictadura militar. En una entrevista la escritora confesó que tenía ganas de escribir una novela gótica, algo similar a Frankenstein, de Mary Shelley. ambientada en el siglo XVIII, pero en un contexto familiar para ella, como la Patagonia. El libro le significó ganar el Premio Planeta Argentina, conferido por un jurado integrado por los escritores Rosa Regás, Martín Caparrós, Magdalena Ruiz Guiñazú y Ricardo Sabanes.

Un año más tarde, en 2006 -el año de su fallecimiento-, Paola publicó su tercer libro de cuentos, Humor vítreo.

Paola Kaufmann tenía un abordaje especial para escribir después de un consejo clave que le diera el popular autor de ciencia ficción norteamericano, Kurt Vonnegut, con quien tuvo varias conversaciones: “Justo cuando yo estaba en el Smith College él pasó seis meses como profesor emérito y estaba abierto para que le hiciéramos consultas. Me dió dos o tres consejos muy útiles, uno era que había que mentirse, en el sentido de creérsela, porque si no, uno tiene la tendencia de tirar todo; uno tiene que creerse que lo que escribió, sirve”. Paola acostumbraba a escribir sobre temas que la impactaban en lo personal, disímiles entre ellos.

Tras su fallecimiento, en 2007 el Concejo Deliberante de General Roca le impuso su nombre a una plaza de su barrio natal. En 2012 su familia publicó un libro de relatos inéditos titulado “El Salto”. Ese mismo año, la escritora Silvia Renée Arias publicó el libro “Paola Kaufmann: Una vida iluminada”. En 2020, se estrenó una obra teatral inspirada en su cuento “Kanashibari”, dirigida por Lili Presti bajo el título “Yakumo”.

Abelardo Castillo dijo que Paola “parecía destinada a ser una de las grandes escritoras argentinas” mientras que el científico Diego Golombek, señaló que la muerte de la autora significó la pérdida de “una excelente científica y escritora”.​