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Datos personales

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Apellido Milstein
Nombre César
Actividad QuĂ­mico
Fecha de nacimiento 08/10/1927
Lugar de nacimiento BahĂ­a Blanca
Provincia Buenos Aires
PaĂ­s Argentina
Fallecimiento: 24/03/2002
Detalles Ver mĂĄs

CategorĂ­a / Sub CategorĂ­a

CategorĂ­a Ciencia y tecnologĂ­a
Sub CategorĂ­a Ciencia y tecnologĂ­a / Medicina

FormaciĂłn

TĂ­tulos obtenidos

Licenciado en Ciencias QuĂ­micas (1952) Universidad de Buenos Aires

Doctor en QuĂ­mica (1957) Universidad de Buenos Aires

Ph.D. degree (1960) Universidad de Cambridge

Alma mater

Universidad de Buenos Aires / Universidad de Cambridge

Premios y distinciones internacionales

Premios y distinciones internacionales

1984 – Premio Nobel de Medicina, por sus teorĂ­as concernientes a la especificidad en el desarrollo y control del sistema inmunolĂłgico y el descubrimiento del principio para la producciĂłn de anticuerpos monoclonales

2000 – Medalla del Milenio del Consejo de InvestigaciĂłn MĂ©dica (Reino Unido) por su “trabajo pionero sobre anticuerpos monoclonales”

1994 – Orden de los Compañeros de Honor (Reino Unido) por servicios de biologĂ­a molecular

1989 – Medalla Copley (Reino Unido) “en reconocimiento a sus destacadas contribuciones a la inmunología, en particular al descubrimiento de anticuerpos monoclonales y a la comprensión del papel de las mutaciones somáticas en la maduración de la respuesta inmune”

1985 – Medalla Galen

1984 – Premio John Scott (Estados Unidos) por el “descubrimiento de un mĂ©todo para la producciĂłn de anticuerpos monoclonales”

1984 – Premio Albert Lasker de InvestigaciĂłn MĂ©dica BĂĄsica (Estados Unidos) “por crear los primeros hibridomas, una nueva y poderosa herramienta cientĂ­fica para producir anticuerpos monoclonales”

1984 – Medalla Dale de la Sociedad de Endocrinología (Reino Unido)

1983 – Premio Common Wealth (Estados Unidos)

1983 – Premio Carlos J. Finlay de Microbiología

1983 – Premio Philip Levine a la Investigación Destacada (Estados Unidos)

1982 – Medalla Franklin (Estados Unidos) por el “descubrimiento del hibridoma para su uso en la producción de anticuerpos monoclonales”

1982 – Premio Rabbi Shai Shacknai Memorial (Israel)

1982 – Medalla Real de la Royal Society de Londres “en reconocimiento a su contribuciĂłn fundamental a la comprensiĂłn de la estructura y el control genĂ©tico de las inmunoglobulinas, y a su tĂ©cnica de hibridoma para producir anticuerpos monoclonales que ha revolucionado las posibles aplicaciones prĂĄcticas de la inmunologĂ­a”

1982 – Premio Karl Landsteiner (Estados Unidos)

1982 – Premio de Análisis Bioquímico (Alemania)

1982 – Premio Internacional Gairdner de CanadĂĄ “en reconocimiento a su aplicaciĂłn de una tĂ©cnica de fusiĂłn celular para formar lĂ­neas celulares inmortales que producen anticuerpos de una Ășnica especificidad”

1981 – Conferencia y Medalla Sir Hans Krebs

1981 – Premio Alfred P. Sloan Jr. (Estados Unidos) “por el desarrollo de una tĂ©cnica para fabricar anticuerpos monoclonales”

1981 – Premio LecciĂłn Conmemorativa JimĂ©nez DĂ­az (España)

1981 – Premio William Bate Hardy (Reino Unido)

1980 – Premio de la Fundación Royal Society Wellcome (Reino Unido) “en reconocimiento a su iniciativa pionera en la producción de anticuerpos monoclonales a partir de líneas celulares híbridas y al inicio de su aplicación en todo el mundo en muchos campos de la biología y la medicina”

1980 – Premio Robert Koch (Alemania)

1980 – Premio Louisa Gross Horwitz (Estados Unidos)

1980 – Premio Wolf (Israel) “por sus contribuciones al conocimiento de la funciĂłn y disfunciĂłn de las cĂ©lulas del cuerpo a travĂ©s de sus estudios sobre el papel inmunolĂłgico de los linfocitos, el desarrollo de anticuerpos especĂ­ficos y el esclarecimiento de los mecanismos que rigen el control y diferenciaciĂłn de las cĂ©lulas normales y cancerosas”

1979 – Premio Avery-Landsteiner (Alemania)

1978 – Premio Rosenstiel (Estados Unidos)

1977 – Medalla y Premio CIBA (Reino Unido)

Semblanza

Semblanza

César Milstein, el químico argentino distinguido con un Nobel de ciencias y multipremiado por la comunidad científica internacional

César Milstein fue un químico y profesor argentino nacionalizado britånico, reconocido uno de los científicos argentinos con mayor prestigio a nivel internacional por su descubrimiento de los anticuerpos monoclonales que significó uno de los avances biológicos mås trascendentales del siglo XX, por lo que fue premiado con el Nobel de Medicina en 1984, convirtiéndose así en el tercer argentino en recibir un Nobel de ciencias.

Las contribuciones cientĂ­ficas de Milstein en el campo de la biologĂ­a molecular y la inmunologĂ­a fueron aclamadas por cientĂ­ficos de todo el mundo y, ademĂĄs de obtener importantes premios y distinciones, ganĂł el respeto y la admiraciĂłn de la comunidad cientĂ­fica argentina y britĂĄnica por su talento investigador, su compromiso con la ciencia y su visiĂłn altruista sobre la promociĂłn del acceso universal y la disponibilidad del conocimiento en favor de toda la humanidad.

El Dr. Milstein se desempeñó como investigador en el Instituto Nacional de MicrobiologĂ­a (posteriormente la AdministraciĂłn Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. MalbrĂĄn”, ANLIS) y tambiĂ©n fue una de las figuras destacadas del Laboratorio de BiologĂ­a Molecular del Consejo de InvestigaciĂłn MĂ©dica (MRC, por sus siglas en inglĂ©s) en Cambridge, donde desarrollĂł la tĂ©cnica fundamental para la producciĂłn de anticuerpos monoclonales y presentĂł por primera vez su aplicaciĂłn clĂ­nica.

Para corroborar su hipótesis de fabricación de anticuerpos puros en forma artificial, Milstein inmortalizó linfocitos B que obtuvo de ratones inmunizados mediante su fusión con células tumorales y logró crear la primera hibridoma en 1975 en los laboratorios de Cambridge en colaboración del biólogo alemån Georges Köhler. Estas nuevas células híbridas posibilitaron la producción de anticuerpos puros denominados monoclonales los cuales, por primera vez, podrían fabricarse en grandes cantidades y con una especificación definida y constante.

El descubrimiento de Milstein y Köehler abrió el camino para el perfeccionamiento del sistema de defensa inmunológico e influyó no solo en la generación de conocimientos båsicos en todas las ramas de las ciencias biológicas como la inmunología, la oncología y la biotecnología, sino también en la aplicación clínica a través del desarrollo de fårmacos innovadores y el diagnóstico y tratamiento de numerosas enfermedades infecciosas, tumorales y degenerativas, siendo de gran utilidad en los casos de rechazos en trasplantes de órganos o tejidos.

Milstein es considerado uno de los padres de la biotecnología debido a que su invento fue una pieza clave para el desarrollo de la industria biotecnológica y de todas aquellas actividades científicas y tecnológicas que pudieran beneficiarse de moléculas proteicas homogéneas diseñadas a medida de necesidades específicas, un potencial que ademås fue esencial para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con cåncer.

El 15 de octubre de 1984, Milstein fue galardonado con el Premio Nobel de FisiologĂ­a o Medicina junto con su colega Köehler “por las teorĂ­as sobre la especificidad en el desarrollo y control del sistema inmunolĂłgico y el descubrimiento del principio de producciĂłn de anticuerpos monoclonales”. El premio fue compartido con el danĂ©s Neils K. Jerne quien realizĂł aportes fundamentales al conocimiento de las redes idiotĂ­picas.

En reconocimiento a su iniciativa pionera en la producción de esta tecnología, Milstein fue también distinguido con numerosos premios internacionales, entre ellos el Premio de la Fundación Royal Society Wellcome, siendo el primer científico en el mundo en obtenerlo en 1980; el Premio Wolf en Medicina de la Fundación Wolf de Israel que recibió en 1980 compartido con Leo Sachs y Sir James L. Gowans; el Premio Internacional Gairdner de Canadå que obtuvo en 1982; y la Medalla Real de la Royal Society de Londres con la que fue condecorado en 1982.

Milstein nació el 8 de octubre de 1927 en la ciudad portuaria de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, al abrigo de una familia de inmigrantes. Su padre, Låzaro, había llegado a Argentina como inmigrante judío procedente de Ucrania a los 14 años y comenzó a trabajar como jornalero agrícola en el interior del campo argentino. Mås tarde, conoció a Måxima, una maestra de escuela también hija de inmigrantes, con quien se casó y tuvo tres hijos: Oscar, César y Ernesto.

Durante su infancia, Milsten se destacó por ser un niño travieso y rebelde aunque muy inteligente. Disfrutaba de practicar deportes poco comunes, como el esquí y el alpinismo, y no era muy estudioso a pesar de que en el colegio su desempeño era bueno. A diferencia de su hermano mayor, prefería jugar con otros niños en la calle antes que leer libros. Aun así, poco a poco fue desarrollando una inmensa curiosidad por la naturaleza y la ciencia.

Alentado por su madre, el joven Milsten comenzĂł a forjar un interĂ©s por la lectura, en especial por las historias de aventuras. Pronto llegĂł a sus manos un clĂĄsico de la literatura cientĂ­fica, “Cazadores de microbios”, del microbiĂłlogo estadounidense Paul de Kruif, donde se recopilan biografĂ­as de Louis Pasteur, Robert Koch y otros cĂ©lebres biĂłlogos. Para Milstein, mĂĄs que una obra cientĂ­fica, se tratĂł de un libro de aventuras que narraba las apasionantes vidas de cientĂ­ficos que, a partir de ese momento, soñó con experimentar.

Milstein cursĂł sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, excepto durante el Ășltimo año cuando, motivado por una prima mayor que estudiaba y trabajaba realizando experimentos con el veneno de las serpientes en el Instituto BacteriolĂłgico “Carlos G. MalbrĂĄn” (posteriormente la ANLIS) en la ciudad de Buenos Aires, se trasladĂł allĂ­ para realizar un curso intensivo preparatorio para ingresar a la universidad. Sus padres, tal como contĂł Milstein en una oportunidad, siempre se aseguraron de que sus hijos pudieran ir a la universidad y sin duda apoyaron su decisiĂłn.

En 1945, Milstein inició sus estudios en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) donde, ademås de enfocarse en la carrera y paralelamente trabajar en un laboratorio de bioquímica clínica para costear sus estudios, desarrolló un creciente interés en las cuestiones políticas y se involucró en movimientos estudiantiles. Allí conoció a su futura esposa, Celia Prilleltensky, y ambos se graduaron en 1952 de licenciados en Ciencias Químicas.

Luego de casarse en 1953 y disfrutar de su luna de miel durante un año, Milstein se propuso la meta de obtener un doctorado y, sin contar con apoyo económico mås que los ingresos de su jornada en el laboratorio, encaró su proyecto de tesis sobre estudios cinéticos con la enzima aldehído deshidrogenasa bajo la dirección del profesor de bioquímica Andrés Stoppani. Finalmente, en 1956 se doctoró en Química en la Facultad de Medicina de la UBA y obtuvo el premio de la Sociedad Química Argentina a la mejor tesis del año.

Al año siguiente, el Dr. Milstein fue seleccionado por concurso para desempeñarse como investigador en el Departamento de Biología Molecular del Instituto Nacional de Microbiología (posteriormente la ANLIS), puesto que dejó en suspenso para realizar investigaciones posdoctorales en el exterior. En 1958, fue becado por la Universidad de Cambridge, Reino Unido, para estudiar la cinética y la activación de la fosfoglucomutasa por metales pesados bajo la supervisión del bioquímico Malcolm Dixon en la Escuela de Bioquímica Sir William Dunn.

Mås allå de algunas dificultades aisladas, al cabo de un año los experimentos de Milstein con la fosfoglucomutasa tuvieron éxito lo que le permitió descubrir que la activación de la enzima se debía al desplazamiento de los metales pesados por el magnesio, contrario a la creencia de muchos de los científicos de la época que lo atribuían a la acción de los propios metales pesados.

Sobre la base de esta investigaciĂłn, Milstein pudo reunir una buena cantidad de datos para escribir su investigaciĂłn y publicarla en tres artĂ­culos diferentes como Ășnico autor gracias a la generosidad de Dixon. Y en 1960, en el corto periodo de dos años logrĂł obtener su segundo doctorado, esta vez en la Universidad de Cambridge, haciendo realidad uno de sus sueños mĂĄs anhelados.

Durante su estancia en Cambridge, Milstein se rodeĂł de los grandes maestros y cientĂ­ficos de la Ă©poca, entre ellos Frederick Sanger que acababa de ganar el Premio Nobel de QuĂ­mica y era una figura central en el Departamento de BioquĂ­mica de Cambridge por ser el Ășnico que poseĂ­a un medidor de pH funcional. Ambos colaboraron en los estudios de la enzima y formaron un vĂ­nculo especial por el hecho de que compartĂ­an los mismos intereses de investigaciĂłn.

Milstein decidiĂł alejarse de los experimentos cinĂ©ticos y tomĂł un nombramiento de corta duraciĂłn en el MRC del grupo de Sanger con quien colaborĂł para definir el sitio activo de la fosfoglucomutasa. Sobre esta investigaciĂłn, ambos publicaron un artĂ­culo titulado “Una secuencia de aminoĂĄcidos en el centro activo de la fosfoglucomutasa”, publicado en 1961 en la Biochemistry Journal, la revista cientĂ­fica gestionada por la editorial Portland Press.

En 1961, pese a recibir propuestas para extender su estancia en Cambridge, Milstein decidió regresar a Argentina para reincorporarse al Instituto Nacional de Microbiología (posteriormente la ANLIS) donde fue nombrado jefe de una nueva División de Biología Molecular y se convirtió por primera vez en mentor de jóvenes científicos. Allí analizó el mecanismo de acción de otras enzimas, la fosfogliceromutasa y la fosfatasa alcalina bacteriana, y se encargó del mantenimiento físico del Instituto fabricando él mismo parte del mobiliario necesario para llevar adelante las pråcticas científicas.

Tras el golpe militar de 1962, el Instituto fue intervenido y todo el programa de estudios de avanzada se vio gravemente perjudicado. Toda esa incertidumbre le quitaba a Milstein las ganas de dedicarse a sus actividades científicas, por lo que en 1963 decidió emigrar junto con su esposa y, por invitación de Sanger, se radicó en Cambridge para trabajar en el recién creado Laboratorio de Biología Molecular del MRC, donde Sanger era jefe de la División de Química de Proteínas.

Por sugerencia de Sanger, el Dr. Milstein dejó de lado sus estudios en enzimología para enfocarse en la inmunología e inició con el estudio de las inmunoglobulinas. Pronto se interiorizó en el proceso por el cual la sangre produce anticuerpos, las proteínas producidas por los linfocitos B maduros (células plasmåticas) como parte de la respuesta inmunitaria, y montó una línea de investigación que lo llevaría a convertirse en una figura destacada en un campo que comenzaba a tomar fuerza en los estudios de la época.

En 1974, Köhler se incorporĂł al laboratorio de Milstein y ambos formaron una enriquecedora interacciĂłn cientĂ­fica unidos por sus similitudes y diferencias a la hora de abordar los temas de investigaciĂłn. En poco tiempo esta relaciĂłn rindiĂł sus frutos y en 1975 Milstein y Köhler publicaron en Nature, una de las mĂĄs prestigiosas revistas cientĂ­ficas a nivel mundial, su cĂ©lebre trabajo titulado “Cultivos continuos de cĂ©lulas fusionadas que secretan anticuerpos de especificidad predefinida” en el que dieron a conocer los anticuerpos monoclonales, un logro que nueve años mĂĄs tarde los harĂ­a merecedores del Premio Nobel de Medicina.

Milstein y su equipo de trabajo nunca fueron conscientes de la repercusión que tendría su aporte en la comunidad científica, aunque estaban convencidos de que valía mucho para la industria y la medicina. De hecho, Milstein no se preocupó en reservar los derechos de su invención para el mismo pues la consideraba un patrimonio intelectual de la humanidad y carente de interés económico, por lo que nunca llegó a obtener la patente.

El hallazgo del Dr. Milstein fue tan revolucionario para la ciencia moderna que su trabajo fue reconocido mundialmente en varias oportunidades a travĂ©s de mĂșltiples premios. En 1978, obtuvo el Premio Rosenstiel que otorga la Universidad de Brandeis, Massachusetts, Estados Unidos, a aquellos trabajos distinguidos en la investigaciĂłn mĂ©dica bĂĄsica; en 1980, recibiĂł el Premio Louisa Gross Horwitz de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, por sus contribuciones a la bioquĂ­mica; y en 1981, fue galardonado con el Premio William Bate Hardy otorgado por la Sociedad FilosĂłfica de Cambridge por su descubrimiento original en el campo de la Ciencias BiolĂłgicas.

Ademås, en 1981 recibió el Premio Lección Conmemorativa Jiménez Díaz que entrega la Fundación Conchita Råbago de Jiménez Díaz de España por contribuciones a la investigación o la pråctica clínica en el campo de la biomedicina; en 1982 obtuvo el Premio de Anålisis Bioquímica de la Sociedad Alemana de Química Clínica y Medicina de Laboratorio y la Medalla Franklin otorgada por el Instituto Franklin de Estados Unidos; y en 1984 fue galardonado con la Medalla Dale de la Sociedad de Endocrinología de Reino Unido, el Premio Albert Lasker de Investigación Médica Båsica de la Fundación Lasker  y el Premio John Scott del Instituto Franklin de Estados Unidos.

Tras consagrarse como Premio Nobel en ciencias, el Dr. Milstein se volvió una eminencia en el campo de la inmunología y fue consultado desde todas partes del mundo sobre su descubrimiento de los anticuerpos monoclonales. En 1983, fue nombrado jefe y director de la División de Química, Proteínas y Ácidos Nucleicos de la Universidad de Cambridge, donde continuó su interés en comprender el funcionamiento del sistema inmunológico y cómo cada individuo es capaz de producir millones de anticuerpos diferentes.

Las sociedades científicas mås prestigiosas del mundo continuaron distinguiendo el trabajo del Dr. Milstein posterior a la euforia del Nobel. En 1985, obtuvo la Medalla Galen que otorga la Venerable Sociedad de Boticarios de Londres por aportes en el campo de la terapéutica y, en 1989, la Medalla Copley, el premio mås antiguo y prestigioso de la Royal Society de Londres, por logros destacados en cualquier campo de la ciencia.

Ademås, en 1994 fue condecorado con la Orden de los Compañeros de Honor, una orden que otorga la Monarquía Britånica en recompensa por logros destacados en ciencia y otras disciplinas, y en 2000 inauguró una lista de laureados al convertirse en el primer científico en ser distinguido con la Medalla del Milenio otorgada por el MRC en reconocimiento a su trabajo sobre anticuerpos monoclonales.

La trayectoria y la reputación del Dr. Milstein lo condujeron a formar parte de las organizaciones científicas mås importantes a nivel internacional, entre las que se destacan la Sociedad Escandinava de Inmunología, la Organización Europea de Biología Molecular, la Royal Society, la Asociación Estadounidense de Inmunólogos, el Darwin College y el Fitzwilliam College de Cambridge, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, el Real Colegio de Médicos de Londres, la Academia Estadounidense de Arte y Ciencias, y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid.

En el orden nacional, Milstein recibiĂł el Premio Dr. Enrique Herrero Ducloux otorgado por la AsociaciĂłn QuĂ­mica Argentina a la mejor tesis en 1957 y el Premio Konex de Brillante junto a Dr. RenĂ© Favaloro en la categorĂ­a de Ciencias y TecnologĂ­a en 1993. AdemĂĄs, en 2000 fue distinguido con la Medalla Presidencial al MĂ©rito a la Excelencia CientĂ­fica de la RepĂșblica Argentina.

Ademås, en 1987 fue declarado ciudadano ilustre de Bahía Blanca y recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional del Sur en esa misma ciudad, en reconocimiento a sus numerosos logros académicos y su contribución a la ciencia.

Si bien el Dr. Milstein tomó la decisión de radicarse en Inglaterra y continuar sus investigaciones científicas allí, nunca desatendió el desarrollo científico en Argentina ni perdió el interés por los temas políticos y sociales del país, mås bien siempre tenía presente a sus colegas investigadores argentinos y regresaba a su tierra natal para dictar conferencias donde compartía sus experiencias y exponía su visión sobre la ciencia local.

El 15 de diciembre de 1999, Milstein brindĂł una de sus Ășltimas charlas en el Aula Magna de su alma mater, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, la cual titulĂł “Los Anticuerpo Monoclonales. La curiosidad como fuente de riqueza” y que contĂł con mĂĄs de 1200 asistentes. AllĂ­, Milstein remarcĂł que los jĂłvenes cientĂ­ficos necesitan del apoyo del Estado, independientemente del signo polĂ­tico, para que un paĂ­s pueda desarrollarse plenamente y asĂ­ prevenir, como el caso de Argentina, la “fuga de cerebros”.

Después de su retiro en 1995, el Dr. Milstein continuó trabajando vigorosamente en el mismo laboratorio en el que dio los pasos mås importantes de su carrera publicando mås de 25 artículos científicos, y también donó generosamente su tiempo colaborando con la ciencia y los jóvenes científicos en los países menos desarrollados para alcanzar un beneficio mundialmente equitativo del saber científico.

MĂĄs allĂĄ de su labor cientĂ­fica, Milstein disfrutaba mucho de los placeres de la vida, como viajar, cocinar, comer, navegar, andar en bicicleta, esquiar y caminar. TambiĂ©n se destacaba por ser un opinĂłlogo nato: hablaba extensamente y con autoridad sobre polĂ­tica, teatro, mĂșsica y literatura, tanto española como inglesa. Y gracias a su inmensa generosidad, fue un entusiasta partidario de causas benĂ©ficas como Shelter y AmnistĂ­a Internacional.

Durante sus Ășltimos años de vida, Milstein llevĂł adelante una vida estrictamente controlada debido a los problemas cardiovasculares que acarreaba desde la dĂ©cada del ‘70. SalĂ­a a dar sus paseos habituales por Cambridge junto a su perro y escuchaba por auriculares las Ășltimas noticias de la radio. AdemĂĄs, dictaba trabajos de investigaciĂłn en su grabadora y mantenĂ­a conversaciones con estudiantes y colegas.

Milstein falleciĂł el 24 de marzo de 2002, a los 74 años, en Cambridge por causa de una infecciĂłn cardĂ­aca. Siempre motivado por la curiosidad y la aventura, luchĂł hasta el Ășltimo momento de su vida por una ciencia abierta, universal y al servicio de la gente, trabajando para los demĂĄs y renunciando a beneficios y retribuciones econĂłmicas personales.

A fin de rendir homenaje al legado del Dr. Milstein que logrĂł trascender las fronteras de las ciencias, varias organizaciones e instituciones cientĂ­ficas nacionales e internacionales crearon becas y subsidios a su nombre con el propĂłsito de fomentar la investigaciĂłn cientĂ­fica y la transferencia de conocimiento entre paĂ­ses.

En Cambridge, el MRC estableciĂł una beca de doctorado a nombre del quĂ­mico que busca apoyar a los cientĂ­ficos argentinos que desean continuar sus estudios en la instituciĂłn britĂĄnica.

En Argentina, fue creado el Instituto de Ciencia y TecnologĂ­a Dr. Cesar Milstein (ICT Milstein), en colaboraciĂłn con el CONICET y la FundaciĂłn Pablo CassarĂĄ, que ademĂĄs otorga desde 2021 el Premio CĂ©sar Milstein a la InvestigaciĂłn en BiotecnologĂ­a con impacto en la Salud, que reconoce las investigaciones realizadas en la RepĂșblica Argentina, cuyos resultados puedan contribuir al desarrollo de productos o procesos en biotecnologĂ­a con impacto en la salud humana.

AdemĂĄs, en conmemoraciĂłn del sexagĂ©simo aniversario del regreso del quĂ­mico a la Argentina cuando fue designado Jefe del Departamento de BiologĂ­a Molecular del Instituto Nacional de MicrobiologĂ­a (posteriormente la ANLIS), la RepĂșblica Argentina declarĂł el año 2021 como “Año de Homenaje al Premio Nobel de Medicina Dr. CĂ©sar Milstein” para valorar y homenajear su legado para la investigaciĂłn cientĂ­fica, asĂ­ como su integridad y dedicaciĂłn, la Ă©tica en ejercicio cientĂ­fico y su vocaciĂłn de servicio.

Aunque Milstein nunca tuvo hijos, es considerado el padre cientĂ­fico de una descendencia de biĂłlogos moleculares que fueron esparcidos por todo el mundo.

Semblanza

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César Milstein, el químico argentino distinguido con un Nobel de ciencias y multipremiado por la comunidad científica internacional

César Milstein fue un químico y profesor argentino nacionalizado britånico, reconocido uno de los científicos argentinos con mayor prestigio a nivel internacional por su descubrimiento de los anticuerpos monoclonales que significó uno de los avances biológicos mås trascendentales del siglo XX, por lo que fue premiado con el Nobel de Medicina en 1984, convirtiéndose así en el tercer argentino en recibir un Nobel de ciencias.

Las contribuciones cientĂ­ficas de Milstein en el campo de la biologĂ­a molecular y la inmunologĂ­a fueron aclamadas por cientĂ­ficos de todo el mundo y, ademĂĄs de obtener importantes premios y distinciones, ganĂł el respeto y la admiraciĂłn de la comunidad cientĂ­fica argentina y britĂĄnica por su talento investigador, su compromiso con la ciencia y su visiĂłn altruista sobre la promociĂłn del acceso universal y la disponibilidad del conocimiento en favor de toda la humanidad.

El Dr. Milstein se desempeñó como investigador en el Instituto Nacional de MicrobiologĂ­a (posteriormente la AdministraciĂłn Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. MalbrĂĄn”, ANLIS) y tambiĂ©n fue una de las figuras destacadas del Laboratorio de BiologĂ­a Molecular del Consejo de InvestigaciĂłn MĂ©dica (MRC, por sus siglas en inglĂ©s) en Cambridge, donde desarrollĂł la tĂ©cnica fundamental para la producciĂłn de anticuerpos monoclonales y presentĂł por primera vez su aplicaciĂłn clĂ­nica.

Para corroborar su hipótesis de fabricación de anticuerpos puros en forma artificial, Milstein inmortalizó linfocitos B que obtuvo de ratones inmunizados mediante su fusión con células tumorales y logró crear la primera hibridoma en 1975 en los laboratorios de Cambridge en colaboración del biólogo alemån Georges Köhler. Estas nuevas células híbridas posibilitaron la producción de anticuerpos puros denominados monoclonales los cuales, por primera vez, podrían fabricarse en grandes cantidades y con una especificación definida y constante.

El descubrimiento de Milstein y Köehler abrió el camino para el perfeccionamiento del sistema de defensa inmunológico e influyó no solo en la generación de conocimientos båsicos en todas las ramas de las ciencias biológicas como la inmunología, la oncología y la biotecnología, sino también en la aplicación clínica a través del desarrollo de fårmacos innovadores y el diagnóstico y tratamiento de numerosas enfermedades infecciosas, tumorales y degenerativas, siendo de gran utilidad en los casos de rechazos en trasplantes de órganos o tejidos.

Milstein es considerado uno de los padres de la biotecnología debido a que su invento fue una pieza clave para el desarrollo de la industria biotecnológica y de todas aquellas actividades científicas y tecnológicas que pudieran beneficiarse de moléculas proteicas homogéneas diseñadas a medida de necesidades específicas, un potencial que ademås fue esencial para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con cåncer.

El 15 de octubre de 1984, Milstein fue galardonado con el Premio Nobel de FisiologĂ­a o Medicina junto con su colega Köehler “por las teorĂ­as sobre la especificidad en el desarrollo y control del sistema inmunolĂłgico y el descubrimiento del principio de producciĂłn de anticuerpos monoclonales”. El premio fue compartido con el danĂ©s Neils K. Jerne quien realizĂł aportes fundamentales al conocimiento de las redes idiotĂ­picas.

En reconocimiento a su iniciativa pionera en la producción de esta tecnología, Milstein fue también distinguido con numerosos premios internacionales, entre ellos el Premio de la Fundación Royal Society Wellcome, siendo el primer científico en el mundo en obtenerlo en 1980; el Premio Wolf en Medicina de la Fundación Wolf de Israel que recibió en 1980 compartido con Leo Sachs y Sir James L. Gowans; el Premio Internacional Gairdner de Canadå que obtuvo en 1982; y la Medalla Real de la Royal Society de Londres con la que fue condecorado en 1982.

Milstein nació el 8 de octubre de 1927 en la ciudad portuaria de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, al abrigo de una familia de inmigrantes. Su padre, Låzaro, había llegado a Argentina como inmigrante judío procedente de Ucrania a los 14 años y comenzó a trabajar como jornalero agrícola en el interior del campo argentino. Mås tarde, conoció a Måxima, una maestra de escuela también hija de inmigrantes, con quien se casó y tuvo tres hijos: Oscar, César y Ernesto.

Durante su infancia, Milsten se destacó por ser un niño travieso y rebelde aunque muy inteligente. Disfrutaba de practicar deportes poco comunes, como el esquí y el alpinismo, y no era muy estudioso a pesar de que en el colegio su desempeño era bueno. A diferencia de su hermano mayor, prefería jugar con otros niños en la calle antes que leer libros. Aun así, poco a poco fue desarrollando una inmensa curiosidad por la naturaleza y la ciencia.

Alentado por su madre, el joven Milsten comenzĂł a forjar un interĂ©s por la lectura, en especial por las historias de aventuras. Pronto llegĂł a sus manos un clĂĄsico de la literatura cientĂ­fica, “Cazadores de microbios”, del microbiĂłlogo estadounidense Paul de Kruif, donde se recopilan biografĂ­as de Louis Pasteur, Robert Koch y otros cĂ©lebres biĂłlogos. Para Milstein, mĂĄs que una obra cientĂ­fica, se tratĂł de un libro de aventuras que narraba las apasionantes vidas de cientĂ­ficos que, a partir de ese momento, soñó con experimentar.

Milstein cursĂł sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, excepto durante el Ășltimo año cuando, motivado por una prima mayor que estudiaba y trabajaba realizando experimentos con el veneno de las serpientes en el Instituto BacteriolĂłgico “Carlos G. MalbrĂĄn” (posteriormente la ANLIS) en la ciudad de Buenos Aires, se trasladĂł allĂ­ para realizar un curso intensivo preparatorio para ingresar a la universidad. Sus padres, tal como contĂł Milstein en una oportunidad, siempre se aseguraron de que sus hijos pudieran ir a la universidad y sin duda apoyaron su decisiĂłn.

En 1945, Milstein inició sus estudios en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) donde, ademås de enfocarse en la carrera y paralelamente trabajar en un laboratorio de bioquímica clínica para costear sus estudios, desarrolló un creciente interés en las cuestiones políticas y se involucró en movimientos estudiantiles. Allí conoció a su futura esposa, Celia Prilleltensky, y ambos se graduaron en 1952 de licenciados en Ciencias Químicas.

Luego de casarse en 1953 y disfrutar de su luna de miel durante un año, Milstein se propuso la meta de obtener un doctorado y, sin contar con apoyo económico mås que los ingresos de su jornada en el laboratorio, encaró su proyecto de tesis sobre estudios cinéticos con la enzima aldehído deshidrogenasa bajo la dirección del profesor de bioquímica Andrés Stoppani. Finalmente, en 1956 se doctoró en Química en la Facultad de Medicina de la UBA y obtuvo el premio de la Sociedad Química Argentina a la mejor tesis del año.

Al año siguiente, el Dr. Milstein fue seleccionado por concurso para desempeñarse como investigador en el Departamento de Biología Molecular del Instituto Nacional de Microbiología (posteriormente la ANLIS), puesto que dejó en suspenso para realizar investigaciones posdoctorales en el exterior. En 1958, fue becado por la Universidad de Cambridge, Reino Unido, para estudiar la cinética y la activación de la fosfoglucomutasa por metales pesados bajo la supervisión del bioquímico Malcolm Dixon en la Escuela de Bioquímica Sir William Dunn.

Mås allå de algunas dificultades aisladas, al cabo de un año los experimentos de Milstein con la fosfoglucomutasa tuvieron éxito lo que le permitió descubrir que la activación de la enzima se debía al desplazamiento de los metales pesados por el magnesio, contrario a la creencia de muchos de los científicos de la época que lo atribuían a la acción de los propios metales pesados.

Sobre la base de esta investigaciĂłn, Milstein pudo reunir una buena cantidad de datos para escribir su investigaciĂłn y publicarla en tres artĂ­culos diferentes como Ășnico autor gracias a la generosidad de Dixon. Y en 1960, en el corto periodo de dos años logrĂł obtener su segundo doctorado, esta vez en la Universidad de Cambridge, haciendo realidad uno de sus sueños mĂĄs anhelados.

Durante su estancia en Cambridge, Milstein se rodeĂł de los grandes maestros y cientĂ­ficos de la Ă©poca, entre ellos Frederick Sanger que acababa de ganar el Premio Nobel de QuĂ­mica y era una figura central en el Departamento de BioquĂ­mica de Cambridge por ser el Ășnico que poseĂ­a un medidor de pH funcional. Ambos colaboraron en los estudios de la enzima y formaron un vĂ­nculo especial por el hecho de que compartĂ­an los mismos intereses de investigaciĂłn.

Milstein decidiĂł alejarse de los experimentos cinĂ©ticos y tomĂł un nombramiento de corta duraciĂłn en el MRC del grupo de Sanger con quien colaborĂł para definir el sitio activo de la fosfoglucomutasa. Sobre esta investigaciĂłn, ambos publicaron un artĂ­culo titulado “Una secuencia de aminoĂĄcidos en el centro activo de la fosfoglucomutasa”, publicado en 1961 en la Biochemistry Journal, la revista cientĂ­fica gestionada por la editorial Portland Press.

En 1961, pese a recibir propuestas para extender su estancia en Cambridge, Milstein decidió regresar a Argentina para reincorporarse al Instituto Nacional de Microbiología (posteriormente la ANLIS) donde fue nombrado jefe de una nueva División de Biología Molecular y se convirtió por primera vez en mentor de jóvenes científicos. Allí analizó el mecanismo de acción de otras enzimas, la fosfogliceromutasa y la fosfatasa alcalina bacteriana, y se encargó del mantenimiento físico del Instituto fabricando él mismo parte del mobiliario necesario para llevar adelante las pråcticas científicas.

Tras el golpe militar de 1962, el Instituto fue intervenido y todo el programa de estudios de avanzada se vio gravemente perjudicado. Toda esa incertidumbre le quitaba a Milstein las ganas de dedicarse a sus actividades científicas, por lo que en 1963 decidió emigrar junto con su esposa y, por invitación de Sanger, se radicó en Cambridge para trabajar en el recién creado Laboratorio de Biología Molecular del MRC, donde Sanger era jefe de la División de Química de Proteínas.

Por sugerencia de Sanger, el Dr. Milstein dejó de lado sus estudios en enzimología para enfocarse en la inmunología e inició con el estudio de las inmunoglobulinas. Pronto se interiorizó en el proceso por el cual la sangre produce anticuerpos, las proteínas producidas por los linfocitos B maduros (células plasmåticas) como parte de la respuesta inmunitaria, y montó una línea de investigación que lo llevaría a convertirse en una figura destacada en un campo que comenzaba a tomar fuerza en los estudios de la época.

En 1974, Köhler se incorporĂł al laboratorio de Milstein y ambos formaron una enriquecedora interacciĂłn cientĂ­fica unidos por sus similitudes y diferencias a la hora de abordar los temas de investigaciĂłn. En poco tiempo esta relaciĂłn rindiĂł sus frutos y en 1975 Milstein y Köhler publicaron en Nature, una de las mĂĄs prestigiosas revistas cientĂ­ficas a nivel mundial, su cĂ©lebre trabajo titulado “Cultivos continuos de cĂ©lulas fusionadas que secretan anticuerpos de especificidad predefinida” en el que dieron a conocer los anticuerpos monoclonales, un logro que nueve años mĂĄs tarde los harĂ­a merecedores del Premio Nobel de Medicina.

Milstein y su equipo de trabajo nunca fueron conscientes de la repercusión que tendría su aporte en la comunidad científica, aunque estaban convencidos de que valía mucho para la industria y la medicina. De hecho, Milstein no se preocupó en reservar los derechos de su invención para el mismo pues la consideraba un patrimonio intelectual de la humanidad y carente de interés económico, por lo que nunca llegó a obtener la patente.

El hallazgo del Dr. Milstein fue tan revolucionario para la ciencia moderna que su trabajo fue reconocido mundialmente en varias oportunidades a travĂ©s de mĂșltiples premios. En 1978, obtuvo el Premio Rosenstiel que otorga la Universidad de Brandeis, Massachusetts, Estados Unidos, a aquellos trabajos distinguidos en la investigaciĂłn mĂ©dica bĂĄsica; en 1980, recibiĂł el Premio Louisa Gross Horwitz de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, por sus contribuciones a la bioquĂ­mica; y en 1981, fue galardonado con el Premio William Bate Hardy otorgado por la Sociedad FilosĂłfica de Cambridge por su descubrimiento original en el campo de la Ciencias BiolĂłgicas.

Ademås, en 1981 recibió el Premio Lección Conmemorativa Jiménez Díaz que entrega la Fundación Conchita Råbago de Jiménez Díaz de España por contribuciones a la investigación o la pråctica clínica en el campo de la biomedicina; en 1982 obtuvo el Premio de Anålisis Bioquímica de la Sociedad Alemana de Química Clínica y Medicina de Laboratorio y la Medalla Franklin otorgada por el Instituto Franklin de Estados Unidos; y en 1984 fue galardonado con la Medalla Dale de la Sociedad de Endocrinología de Reino Unido, el Premio Albert Lasker de Investigación Médica Båsica de la Fundación Lasker  y el Premio John Scott del Instituto Franklin de Estados Unidos.

Tras consagrarse como Premio Nobel en ciencias, el Dr. Milstein se volvió una eminencia en el campo de la inmunología y fue consultado desde todas partes del mundo sobre su descubrimiento de los anticuerpos monoclonales. En 1983, fue nombrado jefe y director de la División de Química, Proteínas y Ácidos Nucleicos de la Universidad de Cambridge, donde continuó su interés en comprender el funcionamiento del sistema inmunológico y cómo cada individuo es capaz de producir millones de anticuerpos diferentes.

Las sociedades científicas mås prestigiosas del mundo continuaron distinguiendo el trabajo del Dr. Milstein posterior a la euforia del Nobel. En 1985, obtuvo la Medalla Galen que otorga la Venerable Sociedad de Boticarios de Londres por aportes en el campo de la terapéutica y, en 1989, la Medalla Copley, el premio mås antiguo y prestigioso de la Royal Society de Londres, por logros destacados en cualquier campo de la ciencia.

Ademås, en 1994 fue condecorado con la Orden de los Compañeros de Honor, una orden que otorga la Monarquía Britånica en recompensa por logros destacados en ciencia y otras disciplinas, y en 2000 inauguró una lista de laureados al convertirse en el primer científico en ser distinguido con la Medalla del Milenio otorgada por el MRC en reconocimiento a su trabajo sobre anticuerpos monoclonales.

La trayectoria y la reputación del Dr. Milstein lo condujeron a formar parte de las organizaciones científicas mås importantes a nivel internacional, entre las que se destacan la Sociedad Escandinava de Inmunología, la Organización Europea de Biología Molecular, la Royal Society, la Asociación Estadounidense de Inmunólogos, el Darwin College y el Fitzwilliam College de Cambridge, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, el Real Colegio de Médicos de Londres, la Academia Estadounidense de Arte y Ciencias, y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid.

En el orden nacional, Milstein recibiĂł el Premio Dr. Enrique Herrero Ducloux otorgado por la AsociaciĂłn QuĂ­mica Argentina a la mejor tesis en 1957 y el Premio Konex de Brillante junto a Dr. RenĂ© Favaloro en la categorĂ­a de Ciencias y TecnologĂ­a en 1993. AdemĂĄs, en 2000 fue distinguido con la Medalla Presidencial al MĂ©rito a la Excelencia CientĂ­fica de la RepĂșblica Argentina.

Ademås, en 1987 fue declarado ciudadano ilustre de Bahía Blanca y recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional del Sur en esa misma ciudad, en reconocimiento a sus numerosos logros académicos y su contribución a la ciencia.

Si bien el Dr. Milstein tomó la decisión de radicarse en Inglaterra y continuar sus investigaciones científicas allí, nunca desatendió el desarrollo científico en Argentina ni perdió el interés por los temas políticos y sociales del país, mås bien siempre tenía presente a sus colegas investigadores argentinos y regresaba a su tierra natal para dictar conferencias donde compartía sus experiencias y exponía su visión sobre la ciencia local.

El 15 de diciembre de 1999, Milstein brindĂł una de sus Ășltimas charlas en el Aula Magna de su alma mater, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, la cual titulĂł “Los Anticuerpo Monoclonales. La curiosidad como fuente de riqueza” y que contĂł con mĂĄs de 1200 asistentes. AllĂ­, Milstein remarcĂł que los jĂłvenes cientĂ­ficos necesitan del apoyo del Estado, independientemente del signo polĂ­tico, para que un paĂ­s pueda desarrollarse plenamente y asĂ­ prevenir, como el caso de Argentina, la “fuga de cerebros”.

Después de su retiro en 1995, el Dr. Milstein continuó trabajando vigorosamente en el mismo laboratorio en el que dio los pasos mås importantes de su carrera publicando mås de 25 artículos científicos, y también donó generosamente su tiempo colaborando con la ciencia y los jóvenes científicos en los países menos desarrollados para alcanzar un beneficio mundialmente equitativo del saber científico.

MĂĄs allĂĄ de su labor cientĂ­fica, Milstein disfrutaba mucho de los placeres de la vida, como viajar, cocinar, comer, navegar, andar en bicicleta, esquiar y caminar. TambiĂ©n se destacaba por ser un opinĂłlogo nato: hablaba extensamente y con autoridad sobre polĂ­tica, teatro, mĂșsica y literatura, tanto española como inglesa. Y gracias a su inmensa generosidad, fue un entusiasta partidario de causas benĂ©ficas como Shelter y AmnistĂ­a Internacional.

Durante sus Ășltimos años de vida, Milstein llevĂł adelante una vida estrictamente controlada debido a los problemas cardiovasculares que acarreaba desde la dĂ©cada del ‘70. SalĂ­a a dar sus paseos habituales por Cambridge junto a su perro y escuchaba por auriculares las Ășltimas noticias de la radio. AdemĂĄs, dictaba trabajos de investigaciĂłn en su grabadora y mantenĂ­a conversaciones con estudiantes y colegas.

Milstein falleciĂł el 24 de marzo de 2002, a los 74 años, en Cambridge por causa de una infecciĂłn cardĂ­aca. Siempre motivado por la curiosidad y la aventura, luchĂł hasta el Ășltimo momento de su vida por una ciencia abierta, universal y al servicio de la gente, trabajando para los demĂĄs y renunciando a beneficios y retribuciones econĂłmicas personales.

A fin de rendir homenaje al legado del Dr. Milstein que logrĂł trascender las fronteras de las ciencias, varias organizaciones e instituciones cientĂ­ficas nacionales e internacionales crearon becas y subsidios a su nombre con el propĂłsito de fomentar la investigaciĂłn cientĂ­fica y la transferencia de conocimiento entre paĂ­ses.

En Cambridge, el MRC estableciĂł una beca de doctorado a nombre del quĂ­mico que busca apoyar a los cientĂ­ficos argentinos que desean continuar sus estudios en la instituciĂłn britĂĄnica.

En Argentina, fue creado el Instituto de Ciencia y TecnologĂ­a Dr. Cesar Milstein (ICT Milstein), en colaboraciĂłn con el CONICET y la FundaciĂłn Pablo CassarĂĄ, que ademĂĄs otorga desde 2021 el Premio CĂ©sar Milstein a la InvestigaciĂłn en BiotecnologĂ­a con impacto en la Salud, que reconoce las investigaciones realizadas en la RepĂșblica Argentina, cuyos resultados puedan contribuir al desarrollo de productos o procesos en biotecnologĂ­a con impacto en la salud humana.

AdemĂĄs, en conmemoraciĂłn del sexagĂ©simo aniversario del regreso del quĂ­mico a la Argentina cuando fue designado Jefe del Departamento de BiologĂ­a Molecular del Instituto Nacional de MicrobiologĂ­a (posteriormente la ANLIS), la RepĂșblica Argentina declarĂł el año 2021 como “Año de Homenaje al Premio Nobel de Medicina Dr. CĂ©sar Milstein” para valorar y homenajear su legado para la investigaciĂłn cientĂ­fica, asĂ­ como su integridad y dedicaciĂłn, la Ă©tica en ejercicio cientĂ­fico y su vocaciĂłn de servicio.

Aunque Milstein nunca tuvo hijos, es considerado el padre cientĂ­fico de una descendencia de biĂłlogos moleculares que fueron esparcidos por todo el mundo.

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