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Diego Roel, un poeta argentino reconocido con el premio más importante de su género en español

Diego Roel es un poeta argentino cuya obra cobró notoriedad a partir de que en 2003 le fuera conferido el Premio Loewe de Poesía por su libro “Los cuadernos perdidos de Robert Walser”, que es considerado el galardón más importante en español fuera del ámbito institucional.

Como consecuencia del premio, el libro fue incorporado a la Colección de Poesía de la emblemática editorial Visor que tiene más de 1100 títulos publicados, a lo largo de los cuales ha acompañado con voluntad plural la evolución del género poético a través de las fronteras, los cambios históricos, las generaciones literarias y las diferencias estéticas. Esta colección es la más importante y prestigiosa del mundo en lengua española.

Roel exploró para el trabajo premiado la figura del escritor suizo que según el autor es “maestro de la forma breve, de la concisión, amante del paseo y del vagabundear, que puso todo su empeño en hacerse invisible. Y lo logró”, tal como describe el poeta argentino en un reportaje.

Para escribir el libro premiado, Roel se concentró en las cualidades de Walser, que según advirtió “le prestaba atención a lo microscópico, al detalle, a lo que se oculta y se revela en el detalle”. El poeta quedó fascinado con la propuesta radical y valiente del suizo. Apostar a esta figura no le salió mal porque su libro obtuvo una distinción internacional trascendente que ayudó a visibilizar su trabajo se visibilice aún más, además de obtener los 30.000 euros de dotación del galardón por el que compitió con 2.302 participantes de 44 países.

El jurado destacó en “Los cuadernos perdidos de Robert Walser” características como “rigor, unidad de escritura, tono y focalización serena, sin el menor atisbo de tragedia”. El poeta argentino se emocionó al recoger el premio en España, tierra de sus abuelos, una de las cuales le recitaba de memoria a Lope de Vega y Calderón de la Barca, tal como recordó el autor.

Diego Roel nació en Temperley, provincia de Buenos Aires, en 1980. Estudió Historia de Las Artes Visuales en la Universidad Nacional de La Plata. Vivió en muchas ciudades mientras creaba una obra poética conformada entre otros libros por “Padre Tótem / Oscuros umbrales de revelación”, “Las variaciones del mundo”, “Dice Jonás”, “El infierno es una bestia callada y triste” y “Andréi Rubliov”.

Respecto a la errancia que lo caracteriza para elegir lugares para vivir, remarcó en una entrevista que es “absolutamente walseriano. El desplazamiento deja una profunda marca en la escritura. Y marca la lengua, marca la letra”.

La literatura y la herencia son importantes en el desarrollo de Roel como poeta y así lo definió en una conversación: “La lectura del Romancero Gitano fue fundamental para mí. Esa fue la semilla. A los 15 o 16 años el golpe de gracia me lo dio el poeta Jorge Smerling, cuando me leyó en un bar de La Boca el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejía”, de Federico Garcia Lorca. Mis abuelos paternos eran gallegos, de un pueblo maravilloso, Rianxo. El pueblo de Manuel Antonio, Rafael Dieste, de Castelao. Tierra de poetas y marineros, de marineros poetas”, definió.